miércoles, 18 de julio de 2012

El Cine Venezolano

El cine venezolano, un reflejo social de nuestra realidad
Haciendo una retrospectiva, no hay duda que si algo distingue al cine nacional, es su vocación social u orientación sociológica,
A lo largo de la historia de la cinematografía nacional podemos observar cómo abundan personajes emblemáticos de nuestra sociedad: el malandro, el sifrino, la secretaria, el policía, etc. Todos ellos reflejan una realidad socio-política que se ha convertido en el núcleo argumental del cine local. Sin embargo, durante los últimos años los cineastas han tratado de deslastrarse de este eje argumental, abriéndose a otros temas que muestran el inicio una evolución que apenas comienza.

Recorrido por la historia del cine venezolano
El 23 de enero de 1897 se mostró en el Teatro Baralt de Maracaibo dos filmes que marcaron el inicio del cine venezolano: "Muchachos bañándose en la Laguna de Maracaibo" y "Un célebre especialista sacando muelas en el Gran Hotel Europa". Aunque últimamente ha habido dudas acerca de la autoría de estas películas, originalmente se les atribuyen a Manuel y Guillermo Trujillo Durán.
Después de estos intentos, no es sino hasta los años 20 cuando ocurren avances realmente significativos dentro del séptimo arte venezolano. En 1921, se hace el primer documental científico titulado: "El tripanosoma venezolano" realizado por Edgar J. Anzola, Jacobo Carriles y Juan Iturbe. Tres años más tarde, este mismo equipo de cineastas produjeron lo que sería el primer largometraje de ficción filmado en el país: "La Trepadora" basada en la novela homónima del escritor venezolano Rómulo Gallegos.
En 1927, por idea de un sobrino del Dictador Juan Vicente Gómez, se crea en Maracay el Laboratorio Cinematográfico de la Nación, adscrito al entonces Ministerio de Obras Públicas, con el fin de controlar las obras que se divulgaran durante su mandato.
Con la caída de la dictadura, el cine habló
Aunque en 1934 se hicieron algunos intentos de hacer sonido, incluyéndole algunos con efectos parlantes a la película "Venus de Nácar", no es sino hasta 1938 cuando el cine comenzó a hablar con propiedad en el cortometraje "Taboga" de Rafael Rivero. Sin embargo, entre 1935-1941 el cine venezolano no tuvo mayormente adelantos significativos desde el punto de vista económico y técnico.
En 1942, surge el primer intento de hacer cine industrial con la creación de la empresa Bolívar Films, fundada por Guillermo Villegas Blanco. En esa época, todos los esfuerzos de Villegas Blanco se orientaron a reactivar la producción nacional "en términos participativos y de coproducción con países como Argentina y México" que para la época demostraban un gran progreso industrial cinematográfico. Años más tarde, el esfuerzo de Bolívar Films es recompensado en Cannes con "La Balandra Isabel llegó esta tarde".
Esta película, dirigida por Carlos Hugo Christensen y estrenada el 03 de agosto de 1950, fue premiada en el festival de Cannes a la mejor fotografía. "La Balandra Isabel llegó esta tarde" fue filmada entre paisajes exteriores y recreados en estudio, dejando evidencia de cómo era la vida en torno al puerto de La Guaira y sus poblaciones circunvecinas.
A finales de los años cincuenta, el cine venezolano recibe otro reconocimiento, de la mano de "Araya", película de la joven cineasta Margot Benacerraf. Este filme recibió el Premio
Internacional de la Crítica (Premio Compartido ex-aequo con "Hiroshima, mon amour" de Alain Resnais) en el Festival de Cannes de 1959. "Araya" es considerada un verdadero patrimonio de la cultura venezolana y un clásico en la historia del cine mundial. De hecho, en 1990 fue seleccionada como una de las cinco mejores películas en la historia del cine latinoamericano, dentro de la retrospectiva de Latin American Visions, organizada por el Neighborhood Film/video Project de Philadelphia.

El auge del cine venezolano
Definitivamente, los años 70 fueron los años de mayor apogeo de la gran pantalla nacional. En 1975, el Gobierno venezolano aprobó una política crediticia para estimular la producción cinematográfica y publicó las normas para la comercialización de películas venezolanas. En esos años se produjeron importantes películas tales como: "Cuando quiero llorar no lloro"
(1976) de Mauricio Wallerstein, "El Pez que Fuma" (1977) de Román Chalbaud, "País Portátil" (1979) de Iván Feo y Antonio Llerandi, "Bolívar sinfonía tropical" (1980) de Diego Rísquez entre otras.
Según Alfredo Anzola, el cine de los 70 es un cine más que todo político. A pesar de esto, el cine venezolano de los setenta alcanzó audiencias masivas y buscó que la gente se identificara más con sus personajes que con el drama social en sí. Con esto, el cine venezolano estaba girando de un eje meramente sociológico al psicológico.

En estas últimas décadas…
En 1973 coinciden dos hechos importantes que son consecuencia del otro: el aumento del precio del petróleo y el fomento de la cinematografía con sello nacional, basándose en políticas crediticias para estimular la producción nacional. Sin embargo, luego de la llegada al país de la televisión a color en 1980 y junto a la severa crisis financiera del llamado "Viernes Negro" de 1983, la producción audiovisual decayó en un amplio margen, en comparación con el auge experimentado en los setenta.
A pesar del panorama, algunas películas logran ser galardonadas en festivales internacionales, tales como "Oriana" de Fina Torres, "Orinoko Nuevo Mundo" de Diego Rísquez y "Desnudo con Naranjas" de Luís Alberto Lamata. El estilo que dominaba en la pantalla de cine de los años ochenta tenía una marcada tendencia a mostrar la delincuencia, la marginalidad y la violencia, a través de imágenes con fuertes elementos populares y urbanísticos que dejaban entrever la realidad social y la pintoresca personalidad del venezolano.



Ya en la década de los noventa, los realizadores de los setenta se mezclan con los nuevos talentos y se crea una apertura artística con un abanico de temas más variado, en los que es posible ver cine de corte social, ficción, suspenso, animación, humor negro y drama. Los conflictos personales del ser humano quedan expuestos con más relevancia en las nuevas producciones. Las temáticas de corte histórico, las historias juveniles e infantiles, han tomado más presencia dentro del medio.
En 1992 se frustran dos golpes de estado, por lo que el clima de tensión se apodera del sector productivo del país. Basándose en estos hechos, Carlos Azpúrua realiza el filme "Amaneció de Golpe", que tuvo una considerable asistencia de público a las salas de cine. En 1997 se realiza el Festival del Cine Venezolano, en donde se estrenan los filmes "Salserín, La Primera Vez" de Luís Alberto Lamata, y "Pandemónium" de Román Chalbaud, bajo un clima de tensión económica, pobreza extrema y un cercano cambio de Gobierno.
cine 5 El cineasta Diego Rísquez se anota, en el año 2000 con la creación de "Manuela Sáenz, la Libertadora del Libertador" que recibió distintas críticas de instancias nacionales e internacionales. Según palabras del mismo Rísquez, la película contiene "un guión donde los actores lloran, se ríen, se aman, donde pasan muchas cosas y, al mismo tiempo, se mantiene  un cuidado estético y un preciosismo a nivel de la imagen". Con éste filme, se inició el cambio de siglo en el séptimo arte nacional, y se sembró la semilla de las próximas creaciones en las que predominarán nuevas fórmulas narrativas y visuales, y que sin duda alguna, constituirán el reflejo de una sociedad marcada por importantes cambios sociales, políticos y culturales.

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